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jueves, octubre 30, 2003 La gente buena… ¿no será buena solo porque le conviene? x 8:17 p. m. lunes, octubre 27, 2003 Día a día me estoy convenciendo que a medida que pasa el tiempo soy más pelotudo. Lo bueno (o no) es que la experiencia acumulada me permite ocultar mi pelotudez con mayor eficacia, lo cual termina compensando todo... e incluso dando una impresión totalmente contraria. Quiero creer que esto no es exclusivo mío, con lo cual debo concluir que la madurez solo es una actuación que se va haciendo más refinada a medida que el “pendejo boludo” se hace más notorio dentro nuestro. x 6:34 p. m. viernes, octubre 24, 2003 Cuando vi “Cadena de Favores” dije: “¡que buena idea!”; no sin darme cuenta que es algo sumamente utópico. Hoy estaba pensando en eso y me di cuenta que el mundo funciona como quería el pendejo de la película, solo que exactamente al revés: Uno te caga a vos y vos cagás a otros tres. x 6:08 p. m. jueves, octubre 23, 2003 La Maldición de Malinche Del mar los vieron llegar mis hermanos emplumados eran los hombres barbados de la profecía esperada. Se oyó la voz del monarca de que el Dios habia llegado y les abrimos la puerta por temor a lo ignorado. Iban montados en bestias como demonios del mal iban con fuego en las manos y cubiertos de metal. Sólo el valor de unos cuantos les opuso resistencia y al mirar correr la sangre se llenaron de vergüenza. Porque los dioses ni comen, ni gozan con lo robado y cuando nos dimos cuenta ya todo estaba acabado. En ese error entregamos la grandeza del pasado y en ese error nos quedamos trescientos años esclavos. Se nos quedó el maleficio de brindar al extranjero nuestra Fe, nuestra cultura nuestro pan, nuestro dinero. Y les seguimos cambiando oro por cuentas de vidrio y damos nuestra riqueza por sus espejos con brillo. Hoy en pleno siglo XX nos siguen llegando rubios y les abrimos la casa y los llamamos amigos. Pero si llega cansado un indio de andar la Sierra lo humillamos y lo vemos como extraño por su tierra. Tú, hipócrita que te muestras humilde ante el extranjero pero te vuelves soberbio con tus hermanos del pueblo. ¡Oh, Maldicion de Malinche! enfermedad del presente cuando dejarás mi tierra cuando haras libre a mi gente. (Gabino Palomares) x 4:00 p. m. martes, octubre 21, 2003 Hace algún tiempo, en alguna parte ignota del mundo, un tipo se cortó su miembro (si, ese) de un machetazo (habrán sido varios, pero este fue noticia), aduciendo que lo hacía porque ésta era el origen de todos los males. Cuanta razón tenía! No soy feminista (mucho menos machista); pero me imaginé por un rato un mundo gobernado por mujeres, todas mujeres. Ni remotamente sería un mundo perfecto, pero probablemente si un poco mejor. Tal vez Bush mujer preocupada por el precio del crudo hubiera ido a visitar a Saddam mujer: -Che Saddam tenés un país re lindo... además re re lleno de petróleo, no sabés como te envidio! -Ay boluda... ¿y vos?, el tuyo tiene una onda así re tecnológica que me mata -Basta... me haces poner colorada.... ¿Sabés qué?... venite un día, nos damos una vuelta por el Gran Cañón , después nos vamos de compras a la 5th Av y de paso te vendo a precio de costo algunos millones de celulares para tu gente -Ay, no sé que decir, me dejás sin palabras... ay, listo, estoy ahí. Y mirá, hacemos una cosa: te bajo 20 dolares el barril de crudo, ¡si sos tan divina! Claro está, en el avión de vuelta Bush mujer habría hablado pestes de su par Iraki, seguramente con especial énfasis en sus ropas, me la imagino diciendo: “esos trapos que se pone”. Si, tal vez sería un mundo mucho más hipócrita; pero seguramente con menos muertes y guerras. Y nada de cumbres mundiales, ni naciones unidas; una vez por mes reunión mundial de Tupperware. x 4:52 p. m. lunes, octubre 20, 2003 Iba mi amigo en el auto con otros dos amigos suyos cuando se les pincha una goma en el lugar que uno menos lo desearía. Se bajan a cambiarla y descubren tristemente que no tienen críquet (o como se escriba). Ni habiendo pasado un minuto, con la misma forma de proceder que los buitres, se les acercan cinco pibes chorros. Pelan un “fierro”... Pibe chorro 1: -Entregando la guita vieja. Che vo’ sacale el estereo. Pibe chorro 2: -No te retobé’ que te quemo... ¿eto’ solo tené’?... loco dame más o sos boleta. Pibe chorro 1: -Hacelo cagar, hacelo cagar ... y así por un rato, hasta que: Pibe chorro 3: -Che fiera... ¿tu viejo tiene una veterinaria en Ranelagh? Le preguntan a mi amigo. Mi amigo: -Ehh... si. Pibe chorro 3: -Loco, ¡devuelvan todo!. El viejo del chabón este me salvó el perro y no me cobró, es una masa. La historia termina con los cinco pibes chorros levantando a mano el auto mientras mi amigo cambiaba la rueda del auto. x 3:12 a. m. viernes, octubre 17, 2003 Una noche de boliche es a mi (en angustia, inutilidad, inoperancia) lo que a un “Mambrú” es chamuyarse una mina en una clase de física cuántica. x 6:47 p. m. miércoles, octubre 15, 2003 Como saludar a alguien y ganarte mi odio al mismo tiempo: Venís caminando y tu objetivo te sorprende, unos metros antes abrís los brazos como preparándote para el abrazo, inclinás el tronco ligeramente hacia atrás y en esa posición quedás congelado unos segundos, al mismo tiempo que mantenés una sonrisa exagerada. Pasados eso segundos, te aproximás hacía la otra persona dando pasos al estilo pingüino, sin perder la sonrisa, y preferiblemente agregando algunos saltitos. x 10:14 a. m. sábado, octubre 11, 2003 La cocina suele ser un buen lugar para hacerse de armas improvisadas, desde un inocente sifón hasta un mortal cuchillo, pero de todas tengo mi preferida y a la vez la más temida: el trapo rejilla. Con la humedad en el punto justo y en manos expertas se pueden lograr chicotazos aterradores, más de una vez he obtenido (y suministrado) las más íntimas confesiones con solo apuntarle a un muslo desnudo. x 6:49 p. m. jueves, octubre 09, 2003 Disculpe el señor Disculpe el señor, si le interrumpo pero en el recibidor hay un par de pobres que preguntan insistentemente por usted. No piden limosna, no, ni venden alfombras de lana, tampoco elefantes de ebáno, son pobres que no tienen nada de nada. No entendí muy bien si "nada que vender" o "nada que perder", pero por lo que parece tiene usted alguna cosa que les pertenece. ¿Quiere que les diga que el señor salió?, ¿que vuelvan mañana en horas de visita?, ¿o, mejor les digo como el señor dice: "Santa Rita...lo que se da no se quita"...? ...se nos llenó de pobres el recibidor, y no paran de llegar desde la retaguardia, por tierra y por mar. Y como el señor dice que salio y tratándose de una urgencia me han pedido que les indique yo por dónde se va a la despensa, y que Dios se lo pagará. ¿Me da las llaves o los echo? Usted verá que mientras estamos hablando llegan más y más pobres, y siguen llegando. ¿Quiere usted que llame a un guardia y que revise si tienen en regla sus papeles de pobre...? ¿..."Bien me quieres, bien te quiero, no me toques el dinero...? ...pero este asunto va de mal en peor. Vienen ya millones y curiosamente vienen todos hacia aquí. Traté de contenerles pero, ya ve, han dado con su paradero. Estos son los pobres de los que le hablé, le dejo con los caballeros y entiéndase usted. Si no manda otra cosa me retiraré, si me necesita, llame. Que Dios le inspire o que Dios le ampare, que ésos no se han enterado que Carlos Marx está muerto y enterrado... (Joan Manuel Serrat) x 1:03 a. m. martes, octubre 07, 2003 Los hombres somos criticados constantemente por mear fuera del inodoro. Es cierto que hay algún que otro hijo de puta que ni sube la tabla. Pero aún en las manos más responsables la dinámica del chorro no es una ciencia exacta, gran parte de azar se impone en esta suerte de cálculo balístico, donde ángulo y potencia deben ser coordinadas con arte para realizar la descarga en la zona deseada. Jamás sabremos porque, pero hay momentos en los que la puntería es terriblemente exacta. Lo que nos permite “jugar”; aumento de ángulo y disminución de la potencia o viceversa, tareas de limpieza fina en el inodoro, acarreo de bolitas de naftalina (en los mingitorios), descarga libre (sin utilizar las manos)... etc. Pero hay otras ocasiones en las que la puntería es nula, situación más que conocida por los hombres, que se produce después de garchar. x 12:12 a. m. domingo, octubre 05, 2003 Sábado gay (Es solo un post más, que puse aparte por ser largo y tal vez aburrido para la mayoría de ustedes) x 7:19 p. m. viernes, octubre 03, 2003 Estas, por ejemplo en un cumpleaños, cagado de sed. Adelante tuyo hay un vaso, no sabés de quien es, pero tiene soda. Te mandás un trago generoso, por un instante tenés la sensación de estar tomando algo que nunca en tu vida probaste, poco después te das cuenta: es Sprite. Supongo que a más de uno le habrá pasado eso. ¿no?. Esa sensación me da a pensar inevitablemente que cuándo tomamos Sprite, no tomamos Sprite... estamos tomando lo que nosotros creemos que es la Sprite, nuestra idealización de la Sprite. En el único momento que probamos el verdadero sabor de esta bebida es en ese instante que creímos haber tomado algo que nunca habíamos probado, eso era Sprite. Haciendo analogías estúpidas, sin ningún rigor científico y a total riesgo de obtener resultados pelotudos pienso yo que en todos los aspectos de la vida nos pasa eso, desde la idea que tenemos sobre el color azul, hasta como es nuestra pareja. Nuestra idealización se aleja mucho más de la realidad de lo que creemos, pero como nunca nos podemos despojar de nosotros mismos es mediante el engaño (como el del ejemplo) que podemos tener décimas de segundo de auténtica percepción, desprovista de cualquier adulteración que le podamos adosar. Tal vez por eso los gustos sean tan subjetivos. Tal vez la Sprite tenga el mismo gusto para todos, pero como cado uno cree estar tomando algo distinto encontramos la disparidad de opiniones. Es lugar de decir: “La Sprite es rica”, deberíamos decir: “Yo me creo que la Sprite es rica”. Sería realmente poderoso poder controlar eso a voluntad. x 7:53 p. m. miércoles, octubre 01, 2003 Haciendo referencia a un actor de novelas, escuché de la boca de una amiga: “Yo me bajo la bombacha sin que me diga nada” De todas las cosas infantiles, pelotudas e imposibles que le pediría a Papa Noel, sentir por un día, solo un día, que uno puede producir eso en las mujeres, sería lo primero de la lista. Update: Cuando mi amiga dijo: "Yo me bajo la bombacha sin que me diga nada", quiso decir que se dejaba garchar sin que le hagan ningún verso. Eso es lo que en mis momentos de pelutudez infinita desearía producir en las mujeres, solo para saber que se siente, solo para darme cuenta que no tiene ningún valor. x 4:23 p. m. |