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jueves, septiembre 23, 2004 Para "faltarle el respeto" a una mujer, sólo hace falta respetarla. x 8:50 p. m. martes, septiembre 21, 2004 Me cago en el puto día de la primavera, me cago en septiembre con ese clima de mierda. Me revienta ver a los pendejos irse de joda cuando yo voy a laburar. Me da muy por las pelotas llegar a mi casa y tener que pasar por el parque lleno de los residuos de esa orgía adolescente, mientras los tachos de basura se cagan de risa. Y peor aún, descubrir que algunos de esos residuos son adolescentes, aún con vida, que por esas cosas del instinto animal han tenido la dicha de encontrar una pareja del sexo opuesto, para refregarse y lamerse mutuamente, entre bolsas de nylon y cartones de vino vacíos. Odio a los pendejos. Mataría a todos los boludos que aprovechan un día pedorro para hacerse los langas con las minas regalándoles flores y boludeces. Aborrezco a los vendedores de flores, sobre todo a los que te meten la mercadería de prepo por la ventanilla del auto, que son los mismo que al otro día te limpian el parabrisas (de prepo también). Deprecio ese mercado oportunista con toda mi alma. Claro que fui adolescente y viví esas orgías (aunque, eso sí, jamás tiré nada fuera del tacho). También me reí de los que tenían que laburar. Nunca fui langa con las minas, pero tal vez quisiera poder serlo. Y tal vez el pobre tipo parado en la esquina con el balde lleno de rosas, tiene una familia que mantener. Todo eso lo sé. ¿Sirve de algo la comprensión?. ¡No!. Entonces metansé el día de la primavera bien en el orto, con suerte les queda como una flor. x 10:37 p. m. Blogs locos Blogger nos pone la barra esa nueva, la que ahora ven arriba de esta página. Primero la odio y después la investigo. Veo el botoncito que dice "Next blog" y lo presiono curioso por ver quien era mi vecino. Poca es la sorpresa cuando veo que es Tina, ya que pienso: "Es lógico, deben estar los que yo tengo linkeados". Con asombro creciente gasté el boton del mouse haciendo click entre miles de blogs intentando que volviera a aparecer alguno que tuviera linkeado, alguno conocido. No claro, ese botón es un puro "random" entre el millón y medio de blogs. Las posibilidades que me pasara lo que me pasó es de 1 en 100 mil. Ok, no es mucho, pero es loco. Esta es la locura nro 1. La 2:No encontré el número exacto, pero siendo conservadores podemos decir que google busca en unos 500 millones de páginas en español.El otro día lo utilicé (a google) para buscar la configuración que debe tener el salva-pantallas de windows para que aparezcan más teteras (señores, esto que les voy a contar es serio, no es momento para andar cuestionando lo que hago en mi tiempo libre). Tratando de hacer una búsqueda "inteligente" pensé bien lo que iba a poner. No tanto para encontrarlo más rápido, sino más bien para que después no aparezca un boludo diciendo: El 14 de septiembre alguien entró a mi página buscando: "quiero ver muchas teteras", y eso le permita hacer algún chiste pelotudo sobre la forma en que los giles buscamos en google. Y haciendo un alto, y creando un "post anidado" le comento: esas boludeces son graciosas justamente porque nos sentimos vulnerables a caer en ellas en cualquier momento. Producen gracia y producen miedo. Es por eso que cuidé de hacer mi búsqueda, la hice de forma que pareciera perspicaz, incluso esperando (patéticamente) orgulloso que alguno la viera y dijera "Puah, mirá que bien que busca este tipo". No me quiero desviar, entré a google y puse: "tuberías 3d tetera". Claro está, encontré lo que buscaba en la primer página, pero esta página era un blog, y nada más y nada menos que el de firulete. Ahora si suponemos que las cantidad de páginas de gente conocida no llega a 100 (exagerando), las posibilidades que pase lo que me pasó es de 1 en 5 millones. x 9:35 p. m. viernes, septiembre 17, 2004 Al que le pasó sabe exactamente cual es la sensación. Presionaste "Enviar" y ahí fue tu mail, un mail que expresa claramente lo que pensás. Pasan un par de días y Juancito te dice: "Che, ¿me lo mandaste a jotmail?... porque no llegó nada". Ahí te entra la desesperación, y no porque fuera largo, sino porque es un mail perdido y un mail perdido es una bala perdida. Eso lo sabemos. Uno ha perdido cartas y no es lo mismo. La carta la podés quemar, tirar a la basura, puede ser víctima de una Bic traso grueso con indisposición, o incuso Pedrito (el mensajero) te puede decir: "Le di la carta a María, pero sin leerla la hizo un bollo y la tiró en la alcantarilla" Y vos sabés que está segura en la alcantarilla. Bah, a menos que venga MacGyver, con un palo de jacarandá y un Beldent de menta y se la recupere; pero eso nunca pasa. La carta es la carta, llega o no llega. El mail es pura incertidumbre, puede llegar dos días después, o una semana... o peor: haber llegado y el destinatario lo perdió entre pilas de spam, pero esta ahí, y el día que decida hacer limpieza tal vez lo vea. Y sí, la posibilidad está. A lo que iba: uno pierde una carta y la rescribe, trata de volver a armar la idea, con fastidio, pero lo hacés. Con un mail no, un mail perdido es una bala perdida. Supongamos que vos volves a escribir con tanta fidelidad como la primera vez, y por esas cosas de la informática, en algún momento el destinatario posee en sus manos ambos mails, el original y "la copia". CAGASTE. Una mera resta algebraica entre ambos va a revelar sutiles diferencias, sutiles pero que ponen inequívocamente una medida a nuestra fidelidad. Eso, lo odiamos todos.No creo que nadie su hubiera atrevido, en el siglo XVI, a decir: "Che Leonardo, te quedó muy buena la Mona Lisa, ¿por qué no te pintas otra, así vemos cuanto fue culo y cuanto destreza?" x 1:46 a. m. |