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sábado, enero 31, 2004 x 7:31 p. m. miércoles, enero 21, 2004 El otro día estaba escuchando a Billie Holiday y una amiga me dice: “por favor sacá eso que me aburre”, y eso me hizo pensar en el aburrimiento. Yo creo que uno se aburre con determinada “cosa” cuando no la entiende. El tema es que también nos aburrimos cuando ya la entendemos, cuando ya no hay sorpresas. Creo que la diversión (como opuesto al aburrimiento) es el “premio” que nos da la naturaleza para incentivarnos al descubrimiento de cosas nuevas, así como el orgasmo es el premio para que nos reproduzcamos. En definitiva lo que nos da placer, el equivalente al orgasmo, es el momento en que estamos descubriendo, después de eso ya está, necesitamos buscar otra cosa. Y esto me hace concluir que no deberíamos prejuzgar las cosas como aburridas, tal vez esas cosas, sean las más divertidas si le dedicáramos un poco de tiempo a empezar a entenderlas. x 10:44 p. m. miércoles, enero 14, 2004 He vivido muchas situaciones con malos entendidos vergonzosos... aquí algunas que recuerdo: Yo era un pendejo y hacía poco que estaba laburando en una empresa. En un momento estábamos analizando un problema con mi flamante jefe y yo me doy cuenta que había cometido un error de interpretación y exclamo para mi mismo: “¡Qué boludo!”. A lo que mi jefe responde: “Ehh... si... perdón... es que yo no entiendo mucho de esto, hace poco que laburo en este departamento”. Supongo que tardé media millonésima de segundo en aclararle que no fue para él el comentario; pero ya era tarde... Era verano, yo estaba con mi ex novia caminando por capital cuando fuimos a comprar algo a un kiosko. Era de esos kioskos minúsculos, y encima lleno de cosas, lo que apenas le permitía a la kioskera ver mi cara, mucho menos la de mi novia que estaba al costado mío. No sé que le pedí a la mina que se tuvo que contorsionar salvajemente para conseguirlo, durante su contorsión yo le digo a mi novia (supongo que incentivado por alguna publicidad): “Como me gustaría ser heladero!... para darte sin parar” (¿no soy fino?) y vuelvo mi mirada a la kioskera, que terminada su cabriola, sostenía en una mano temblorosa la mercancía, al tiempo que su cara se iba tornando en un rojo intenso. En vacaciones, un día de mierda, con mucho frío. Éramos cuatro que decidimos ir a subir al faro (si, típico para un día de mierda). Cuando llegamos entramos a la oficinita del milico y me dice: “Van a subir” y yo, haciendo alusión a lo inclemente del tiempo, le digo: “No, vinimos acá porque afuera nos estábamos cagando de frío”. A lo que el milico con cara de orto responde: “Bueno... a veces vienen cuatro y suben tres” (No me gasté en explicarle nada) x 9:06 p. m. viernes, enero 09, 2004 Muchas veces las cosas que hacemos que más nos sorprenden, nos hacen sentir bien, nos dan placer... nos dan esos momentos de felicidad que hacen que la vida valga la pena vivirla; se ven precedidos de momentos de angustia, ambigüedad, falta de sentido, miedo, contradicciones, dudas. De alguna forma deberíamos tratar de evitar retroceder a causa de estos, racionalizando lo que viene. Es más, deberíamos evitar vivir pisando sobre seguro, creo que solo lograríamos la mediocridad. Voy a probar y les cuento. x 9:03 p. m. No suelo ser autoreferente en mis post, creo que eso mantiene cierta magia. Y por otro lado no me gusta andar contando todo lo que hago, ya bastante tengo contando todo lo que pienso. En fin, quería justificar una aclaración que voy a hacer con respecto a mis vacaciones: Este receso que me tomé fueron unas pre-vacaciones, no LAS vacaciones. Estuve en La Paloma (Uruguay) con unos amigos, hermanas, primos y demás familiares, la idea era pasar fin de año; pero bueno, esto de los feriados casi enganchados con el fin de semana me favoreció. La verdad que la pasé muy bien, el tiempo se portó, la gente se portó, el mar se portó... estuvo lindo. Tal vez el blog esté un poco abandonado estos meses, pero sepan entender... este clima de vacaciones, (la) calor... no dá para andar meditando mucho sobre la vida, quiero vacaciones del blog. x 7:34 p. m. |