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miércoles, noviembre 12, 2003 El otro día caminando por una plaza, particularmente caprichosa en el trazado de sus caminos, me empecé a sentir un poco boludo siguiendo el diseño que se le antojó a algún arquitecto. Después empecé a pensar en las miles de personas que siguen, sin saberlo o sabiéndolo, todos los días el capricho de un tipo, que quizás poco después de diseñarlo dijo: “che, que diseño pedorro me mandé acá...” En fin, eso no es lo importante... lo que me asusta es qué otras cosas estaremos haciendo, siguiendo el esquema de vaya uno a saber quién. x 7:10 p. m. lunes, noviembre 03, 2003 De poder elegir, nunca en un colectivo elijan el asiento de uno que tiene el “palo” vertical. Es el preferido por las mujeres que portan hijos en racimo para anclarlos, generalmente a la voz de: “agárrense de ahí (y rómpanle bien las bolas al señor, así nos da el asiento)” Yo le doy el asiento a todo el mundo; pero no me vengas a prepotear con bolsas, hijos y demás pertencias, porque ni en pedo lo vas a tener. x 6:50 p. m. |